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¿Qué son las Asociaciones de Apoyo?

Las Asociaciones de Apoyo a Oikocredit son colectivos de personas voluntarias constituidas legalmente en forma de asociaciones sin ánimo de lucro. Los socios y socias de estas asociaciones llevan a cabo tareas de sensibilización y difusión de la misión de Oikocredit y son una parte muy importante de la organización. Las Asociaciones de Apoyo son socias directas de la cooperativa Oikocredit Internacional, y como tales, representan en ella a todos sus socios y socias de España. Actualmente existen 3 Asociaciones de Apoyo: País Vasco, Catalunya y Sevilla.

También existe un grupo de voluntariado activo en Madrid (puedes encontrar más información sobre este grupo y sus actividades en: www.madrid.oikocredit.es).

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La economía social y solidaria entra en el Parlamento Europeo

La economía social y solidaria entra en el Parlamento Europeo

CZZM1JZVIAARPOA_WEB(1)_M.JPGmartes, 23 de febrero de 2016

Hace cerca de un mes tuvo lugar la primera edición del I Foro Europeo de Economía Social y Solidaria (ESS) en el Parlamento Europeo, con la participación de más de 250 cooperativistas, académicos o activistas. Este encuentro va en la línea del reconocimiento que, en los últimos años, las finanzas éticas como Oikocredit u otros proyectos que promueven una economía más justa están teniendo en las instituciones.

Se constató que este sector creciente representa 14 millones de puestos de trabajo, concretamente un 6'5% de toda Europa. Además, se trata de una ocupación de calidad, sostenible y con respecto por el medio ambiente, así como con un impacto positivo en las respectivas comunidades, tal como explicó el eurodiputado Miguel Urban, del grupo GUE/NGL.

Varios académicos pidieron que la economía social y solidaria deje de ser un sector testimonial para ser un eje fundamental de las políticas de la UE, y un eje transversal de una Europa más justa y solidaria. José Luis Monzón reclamó un «reconocimiento jurídico, político, contable e institucional» por parte de las instituciones europeas.

Se reivindicó el trabajo hecho por parte de la ESS en aquellos territorios olvidados por grandes multinacionales que priorizan, únicamente, el beneficio económico, ya sea reduciendo costes laborales o trasladándose a paraísos fiscales. Además, se criticó la enorme influencia de estos grandes lobbies empresariales sobre los poderes políticos, dificultando la aparición de otros modelos empresariales o el repartimiento de la riqueza.

En definitiva, se pidió a la Unión Europea que aplique aquello que concluyó el Consejo de la UE en 2015, que se tome de forma seria este modelo empresarial y que las instituciones europeas impulsen la ESS como un motor para el desarrollo económico y social en Europa. Reclamaba también que se haga en el marco de unas demandas por nuevas maneras de hacer política y de los cambios económicos que están surgiendo en la eurozona.

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